La Politica Online, Comercio, Redacción.
En las últimas horas Alfonso Romo, jefe de la Oficina Presidencial hizo llegar, a través de una comunicación telefónica con altos mandos de la Casa Blanca, el mensaje concreto acerca de que el Gobierno mexicano no desea un escenario en el cual se vuelva a abrir la mesa de negociación del ahora T-MEC. Sostener el acuerdo tal como está, para no abrir una caja de pandora.
El aviso es pertinente porque ante la realidad de que los demócratas, que ahora controlan la Cámara de Representantes, tienen múltiples objeciones al acuerdo, no se debería descartar que eso sea aprovechado por los perfiles más proteccionistas que rodean a Donald Trump -como el economista Peter Navarro- para proponer nuevas conversaciones trilaterales y, por ejemplo, expandir las normas laborales para el sector automotriz mexicano a otros rubros de la economía nacional.
El Gobierno de AMLO entiende que el nuevo TLCAN está en una situación compleja. Los demócratas han aparecido con un discurso muy en favor de revisar la letra del tratado para instalar la agenda ambiental y las nociones del Pacto de París que Trump rechaza. Esto hay que tenerlo en cuenta porque los canadienses tienen ideas muy similares y la canciller Chrystia Freeland suele decir que quedó inconforme con el resultado final de los temas soft que Justin Trudeau quería incluir.
El análisis que prevalece en el entorno presidencial es que el acuerdo puede tener objeciones en Washington pero que finalmente se va a aprobar en el Congreso. Los defensores de esta tesis señalan que si el tratado nuevo estuviera en riesgo los mercados ya estarían reaccionando desfavorablemente, algo que no ha ocurrido.
El acuerdo actual tiene en Steve Mnuchin, secretario del Tesoro y de contacto habitual con Romo, a su principal defensor en el círculo de Trump, actitud que comparte con Ivanka Trump y el yerno Jared Kushner. Trump tiene como principal herramienta de persuasión que si los demócratas insisten en demasía va a retirar a EU del acuerdo, algo que tampoco los demócratas desean.