La empresa australiana The Woolmark Company fabrica la ropa técnica que emplea el equipo del Luna Rossa Prada Pirelli en sus travesías. Se confecciona con un 90% de lana merina.
Cagliari es la capital de la isla italiana de Cerdeña. En lo más alto descuella el Bastión de San Remy, al que se accede tras zigzaguear por unas callejuelas de casas deshilachadas provistas de ese halo decadente tan napolitano. Uno se deja caer y desemboca en el puerto, centro neurálgico de la ciudad, en el que se vislumbran dos enormes carpas blancas adosadas a un mamotreto acristalado y de hormigón. Son los cuarteles generales del equipo Luna Rossa Prada Pirelli. Aquí trabajan para que todo esté a punto cara a la 37ª America’s Cup que tendrá lugar en septiembre-octubre de 2024 en Barcelona.
El acceso es restringido, implacable. Un par de oteadores con prismáticos se dedican a observar los movimientos que acechan alrededor. Nadie puede atisbar el prototipo de la embarcación del Luna Rossa. Se encuentra oculto en uno de esos ciclópeos entoldados, en los que un puñado de expertos realizan mejoras, pulen el casco de fibra de carbono, apuntalan el mástil de 18 metros, repasan cada resquicio de la vela, del timón, extraen piezas de una gran impresora en 3D, estudian y analizan datos por ordenador tras cada paseo que la nave realiza por la costa, casi siempre azotada por el mistral.
Mientras todo esto sucede, los miembros de la tripulación se dejan la piel, y el hálito, en los entrenamientos diarios. Son duros, endiablados, enérgicos. Se embuten en la ropa técnica de lana merino que fabrica para ellos The Woolmark Company, autoridad mundial en esta fibra natural y filial de Australian Wool Innovation, empresa sin ánimo de lucro que realiza proyectos de investigación y marketing a lo largo de la cadena de suministro de lana australiana procedente de unos 60.000 productores.
Ropa técnica de lana merino para navegar
“Nuestra misión es promover los beneficios de la lana, que los consumidores finales reconozcan su valor, que es sostenible, natural, orgánica. En Australia existen unos 70 millones de ovejas merinas, una población más grande que la humana y los granjeros las miman. Producen las lanas más finas y largas, muy adecuadas para las actividades deportivas”, cuenta Francesco Magri, gerente regional de C&E Europe The Woolmark Company. Nos atiende tras una corta sesión de entreno vestidos con la ropa de alto rendimiento, la misma de los chicos del Luna Rossa, y que este año incluye prendas de ciclismo, running y gimnasio.
Una colaboración a flor de piel que comenzó el pasado año: “Vestir ropa deportiva de buena calidad significa mejorar nuestro rendimiento. Después de probar las prendas en una amplia gama de condiciones durante la Copa América anterior, descubrimos las propiedades de la lana merino en términos de elasticidad, transpirabilidad, comodidad, aislamiento y resistencia al agua. Con esa excelente experiencia hemos aprovechado para desarrollar juntos un conjunto de entrenamiento con esta fibra natural que, además, está perfectamente en línea con la política de sostenibilidad que persigue Luna Rossa Prada Pirelli”, aclara Max Sirena, team director y skipper del equipo. El mandamás. Una leyenda vivita y coleante de la America’s Cup.
Tras una mesa colmada de tazas de café y botellas de agua, Sirena bucea en sus recuerdos, de cómo perdió a su madre cuando tenía 10 años y el mar se convirtió en vía de escape, “estar ahí en medio te pone en contacto contigo mismo. Cada día es diferente, puede estar nublado, llover, haber grandes olas, un viento terrible que lo ralentiza todo, no hay móvil, ni correo electrónico, nada. Disfrutas más de ti mismo”.
Pero formar parte de un combo de máxima exigencia como el Luna Rossa es diferente. No está solo. Comparte objetivos, esfuerzo y, sí, también desavenencias, con otras 100 personas, porque no solo son esos ocho aventureros que se lanzan al mar en un velero que literalmente vuela y que llega a alcanzar los 40 nudos, unos 100 kilómetros por hora y, si uno comete un error o desfallece, todo se va al traste. No se permite marrar ni un microsegundo.
Ropa de lana para estar siempre seco
“Nuestra ropa técnica forma parte esencial de ese tablero, tiene que aguantar nuestro rendimiento, ser liviana, ajustada”. Es la que The Woolmark Company ha desarrollado para el ciclismo la que más se acomoda a las condiciones a las que se van a enfrentar. “A veces hace sol, luego viento, después frío… Es un cambio constante y es fundamental mantener el cuerpo a una temperatura estable: caliente cuando afuera el termómetro baja y fresco si el calor aprieta. Además es muy elástica, ultraligera, repele la humedad, algo que se consigue con la lana merina en un 90% y un 1% de mezcla de otras fibras… La lana absorbe el vapor de agua de la piel y la mantiene seca”, explica Franceso Magri.
Con una de estas camisetas hemos hecho bicicleta estática, ejercicios de equilibrio, carrera, extensiones, flexiones, apenas media hora y ya deseamos comer en la cantina (por cierto, muy buenas viandas) con el resto del ejército del Luna Rossa. Por la noche cenamos a base de pescados, pulpo, atún y pasta. A mi lado Chesco, el timonel, pieza fundamental de ese tablero del que hablaba Max Serena, magro y larguirucho, ¿dónde están esos gruesos músculos? “Es que yo llevo el timón, solo entreno unas dos horas al día como mucho”.