La industria siderúrgica mexicana pide que se le quite “la etiqueta de ser una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos”, de lo contrario a México no le quedará más que responder con medidas espejo, expresó Juan Antonio Reboulen, director de relaciones institucionales y comercio internacional de Deacero.
“Queremos que México sea excluido de esta investigación. La industria del acero mexicana no está en las mismas circunstancias que los productores asiáticos, fundamentalmente los chinos, nosotros no tenemos ningún tipo de subsidios, ni siquiera la capacidad de distorsionar el mercado estadounidense como pudiera hacerlo los productores asiáticos”, añadió el directivo.
“Que nos excluyan de la medida porque las exportaciones mexicanas de acero no afectan la seguridad nacional de los Estados Unidos”, subrayó.
Si México no quedara excluido de esta medida, señaló que probablemente pudieran venir medidas espejo donde si hay bloqueo de comercio siendo de un país que no incurre en las mismas prácticas que los países que reciben subsidios, entonces nosotros también aplicaríamos medidas similares, en este caso no es conveniente.
El gobierno estadounidense podría imponer grandes impuestos sobre los envíos de acero desde otros países, alegando que representan un riesgo para la seguridad nacional.
Reboulen dijo que “es hora de que el comercio con Estados Unidos en materia de acero pase a un comercio mucho más fluido sin trabas, ni amenazas, dado que nuestra industria no tiene subsidios como es el caso de China, que finalmente es el blanco de esta investigación”.
Canadá, México, Brasil, la Unión Europea, China y Japón están entre los principales exportadores de acero a Estados Unidos; Trump ha criticado a China por mentir sobre los precios del acero.