Francisco de Rosenzweig, socio de White&Case y asesor del CNA, indicó que México tiene que defender sus intereses.
Existe una posibilidad de que escale el conflicto comercial entre México y Estados Unidos, derivado de los aranceles impuestos al aluminio y acero mexicanos, indicó Francisco de Rosenzweig, socio de White&Case y asesor en comercio exterior del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
“Eso siempre es una posibilidad, pero también México tiene que defender su soberanía, sus intereses, y el hecho de que hay una respuesta firme de manera conjunta con los principales socios comerciales como es Europa, Canadá y México, evidentemente lo hace más contundente, es una señal más fuerte y también tenemos que apegarnos al derecho internacional y al sistema mundial de comercio del que somos parte”, señaló en entrevista con Víctor Piz para el programa Al Sonar la Campana.
El experto calificó como una respuesta muy oportuna y firme los aranceles que México impondrá, como respuesta, a más de 200 productos estadounidenses, entre ellos, papas, whisky, hierro ya cero, arándanos, quesos, manzanas y carne de puerco.
“La canasta de productos que la Secretaría de Economía escogió, después de un proceso consultivo, tiene por efecto no solamente que sea una medida espejo, por el equivalente al monto (de aranceles que EU le impuso a México), sino también mandar señales muy puntuales a aquellos actores que pueden hacer presión y tener una influencia en el ánimo del presidente Trump para buscar que retire los aranceles a la brevedad posible sobre acero y aluminio”, señaló.
Francisco de Rosenzweig agregó que se busca que los productores estadounidenses de cerdo se conviertan en aliados de México para presionar a los legisladores estadounidenses y al círculo cercano al presidente Donald Trump con el fin de explicarle al mandatario estadounidense las consecuencias de estos aranceles.
“Lejos de pensar que el daño se lo hace a México, también lo está haciendo a su propio grupo de interés y aquellos que botaron por el presidente Trump hace poco”, añadió.
Respecto a la intención de Trump de negociar por separado un acuerdo comercial con Canadá y otro con México, Francisco de Rosenzweig indica que no es lo más óptimo para la región, aunque esto muestra la forma de negociar del mandatario estadounidense.
“En la medida en que el TLCAN esté en vigor, los flujos de comercio seguirán operando con preferencias comerciales fuera de aquellos a los que se les han impuesto aranceles tanto en Estados Unidos, Canadá y México”, argumentó.
Consideró que existe el escenario de que Estados Unidos abandone el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aunque esto significará no sólo un riesgo comercial, también político por la frontera que comparten ambos países.
“El clima se está enrareciendo, pero debemos mantenernos en la mesa. Esto no contribuye a la renegociación del NAFTA 2.0, peo lo cierto es que debemos mantenernos en la mesa, saber distinguir entre estas diferencias arancelarias en ciertos productos con relación a la película más amplia, a lo que es la relación trilateral, la relación de más 550 mil millones de dólares que tiene México con Estados Unidos. No me parece que sea posible pensar en un NAFTA 2.0 en el corto plazo. Tenemos que darle prioridad a resolver esta disputa comercial de aranceles para tener condiciones más favorables”, planteó.