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CÁMARA NACIONAL

DE LA INDUSTRIA TEXTIL

Las empresas del sector textil chino desarrollan superbacterias para comerse sus residuos

En un laboratorio en Hong Kong, los investigadores de una empresa textil están buscando un ingrediente especial para mejorar el proceso de producción de la compañía: bacterias. Las instalaciones pertenecen a TAL Apparel, uno de los fabricantes de telas más grandes del mundo, dueño de fábricas en China continental y el sudeste asiático, y los investigadores están tratando de identificar bacterias capaces de limpiar sus enormes cantidades de aguas residuales con más eficiencia. Es una de cientos de iniciativas de las empresas privadas y estatales de China para solucionar un problema que podría terminar revolucionando los métodos de la industria mundial de la moda.

Tras décadas de crecimiento industrial casi desenfrenado que han causado en China una contaminación galopante, una reducción de los acuíferos y un encarecimiento del agua, el Gobierno está tomando enérgicas medidas con los grandes usuarios industriales, y la industria textil está en la primera fila. La fabricación de telas es la tercera mayor generadora de aguas residuales del país ?3,000 millones de toneladas al año? después de los productos químicos y el papel, según un informe publicado en 2015 por Natural Resources Defense Council, una asociación sin fines de lucro con sede en Nueva York y una oficina en Pekín.

El precio de garantizar un suministro sostenible de agua en China constituye un gasto más para fábricas ya afectadas por el alza del costo de la tierra y la mano de obra. Además, aunque la automatización y la producción en el exterior traigan cierto alivio, las empresas chinas están recurriendo a otras tecnologías para ayudar a mantener márgenes antes de intereses e impuestos que pueden ser de menos del 10%, incluso para grandes empresas como Crystal International.

Decálogo de medidas

En 2015, el Gobierno lanzó su "Water Ten Plan", que introdujo normas más estrictas para las aguas residuales. El plan establece 10 medidas generales para controlar la descarga de contaminación, promover la tecnología y fortalecer la administración del agua, con un plazo hasta 2020 para cumplir sus metas. Estas normas más estrictas forman parte de las acciones de China para hacer respetar más las medidas ecológicas.

Las multas por violaciones ambientales pagadas por los fabricantes del país aumentaron un 34% en 2015 respecto del año anterior, según China Water Risk, asociación sin fines de lucro con sede en Hong Kong dedicada a divulgar riesgos relacionados con los recursos hídricos de China.

La limpieza apunta al corazón de una industria que aprovechó décadas de mano de obra y capital baratos y una red de suministro única y estrechamente unida de telas, tinturas, costura, cremalleras, adornos, etiquetas y logística para crear la llamada "moda instantánea", que trasladaba rápidamente los modelos de la pasarela al mercado de masas a precios que casi convierten las prendas en materias primas desechables.

"Los clientes están contentos porque la ropa es aún más barata que hace una década y los minoristas pueden beneficiarse por los bajos costos" dijo Felix Chung, legislador de Hong Kong que representa a la industria textil. "Pero el resultado es una enorme cantidad de desechos, y las marcas deberán pagar por eso en el futuro".

El problema es cómo mejorar los estándares ambientales y laborales sin subir los precios para consumidores que se volvieron adictos a la moda barata. "Hablamos de la responsabilidad social, pero la gente no está dispuesta a pagar por eso", dijo el presidente de TAL, Harry Lee. "Las regulaciones más estrictas exigen a los fabricantes mejorar sus instalaciones. Eso es bueno, pero requiere capital".

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