La cifra va en ascenso si se considera que el año pasado fueron 16.1 millones los que no contaron con un contrato.
"Esto es un indicativo de que enfrentamos un reto de cumplimiento de estándares en el País, que hagan más atractivo el empleo formal de cara al informal, cuyo crecimiento no hemos sido capaces de detener", aseguró Pedro Borda, presidente de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh).
Para Héctor Márquez, director de Mercadotecnia de la firma de capital humano Manpower, el que los empleados carezcan de un contrato por escrito es responsabilidad de los empleadores y esto genera problemas como inseguridad en el empleo y alta rotación en las empresas.
"Es una mala práctica que va en contra de las leyes internacionales. Es decir, contradice el concepto de trabajo decente que prevé la Organización Internacional del Trabajo", dijo.
Según la Enoe, las personas que cuentan con un contrato de tipo temporal son 3 millones 260 mil 805, esto es 4 mil 800 más que el mismo trimestre del año pasado, cuando se registraron 3 millones 255 mil 938 personas en esta condición.
De acuerdo con la Enoe, del total de trabajadores subordinados y remunerados, sólo 19.2 millones cuentan con acceso a instituciones de salud como prestación por su trabajo, el resto se encuentra en una condición de informalidad por carecer de seguridad social.
"Unas 16.6 millones de personas no cuentan con contrato en alguna de las modalidades válidas en México y 16.5 millones no tienen acceso a servicios de salud como parte de sus prestaciones. Esto es un indicativo de que enfrentamos un reto de cumplimiento de estándares en el País, que hagan más atractivo el empleo formal de cara al informal cuyo crecimiento no hemos sido capaces de detener", subrayó Borda.
Además, destacó que el volumen de empleadores no tuvo crecimiento durante el primer trimestre y, en comparación con el mismo periodo del año pasado, descendió de 2.5 millones a 2.4 millones.
Durante el primer trimestre de 2017, la mayor proporción de personas estuvo ocupada en las actividades del sector terciario, que incluyen al comercio, turismo, restaurantes, transportes, servicios profesionales, financieros y sociales, entre otras.