La Casa Blanca y los líderes republicanos anunciaron la eliminación de una propuesta para crear un impuesto fronterizo a los bienes importados como parte de un acuerdo de reforma fiscal alcanzado entre negociadores del Congreso y el gobierno.
Este impuesto pretendía desanimar a las empresas estadounidenses de fabricar productos fuera del país y luego importarlos de vuelta para ser vendidos en Estados Unidos. La propuesta imponía un impuesto a las importaciones, pero no a las exportaciones.
El grupo conformado por los “Seis Grandes” negociadores tributarios republicanos, encabezados por el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, señaló en un comunicado conjunto que “decidimos dejar de lado esta política para avanzar con la reforma fiscal”.
Los “Seis Grandes” están también conformados por el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, y Gary Cohn, jefe del Consejo Económico Nacional – ambos en representación del presidente Donald Trump -, el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, y los dirigentes de las comisiones sobre impuestos del Congreso, el senador Orrin Hatch y el legislador Kevin Brady.
La Casa Blanca y los líderes del Congreso consideran que pueden encontrar una manera de impulsar la manufactura doméstica sin un impuesto fronterizo.
“Confiamos ahora que, sin una transición hacia un nuevo sistema tributario basado en el consumo interno, existe un enfoque viable para asegurar un margen entre las compañías estadounidenses y extranjeras y los trabajadores, mientras protegemos los empleos en Estados Unidos y la base impositiva estadounidense”, dijeron.