Para atender las necesidades de los pacientes de Covid-19 que pasan varios días acostados durante su hospitalización, el área de poliuretanos de Dow adaptó su tecnología para producir colchones de grado médico especiales.
Esta empresa decidió integrar su tecnología en colchones de grado médico con núcleo de espuma de alta densidad que cuentan con un tratamiento hipoalergénico y bacteriostático, el cual reduce el riesgo de producir alergias y mitiga la reproducción de bacterias.
Además, estos colcohones cuentan con una cubierta impermeable resistente al contacto, con desinfectantes potentes.
“Las espumas ayudan mucho con la ergonomía, sobre todo con personas que puedan estar usando muchos días una cama que empiezan a formar algunas llagas y que hay que moverlos. Entonces a lo que ayuda es a distribuir el peso en todo el colchón”, comentó Aylín Tame, directora comercial del negocio de poliuretanos en Dow México.
Por los materiales que componen estos colchones de grado médico, pueden ser utilizados en camas para hospitalización no grave, en las unidades de cuidados intensivos (UCI), quirófanos o unidades móviles.
De acuerdo con Tame, en este proyecto participó un equipo integrado por mujeres y hombres por igual que logró tener listos los productos en dos o tres semanas al ser una innovación que debía estar lista rápidamente, pues 90 de los colchones producidos serían donados a la Fundación del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores de Estado (ISSSTE), la cual ya recibió el equipo.
La directiva señaló que escuchar las aportaciones y las necesidades que cada miembro de un grupo de trabajo diverso podría ayudar a las empresas a encontrar nuevas líneas de negocio, por lo que vale la pena salir y escuchar qué necesita cada grupo que compone la empresa e incluso cada persona en lo individual.