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CÁMARA NACIONAL

DE LA INDUSTRIA TEXTIL

‘Contractors’ en India: la fórmula del textil para subcontratar trabajadores

Lo más habitual en el textil indio es que a un operario no le contrate la propia fábrica en la que trabaja sino un contractor, una persona a quien la empresa subcontrata para que cree y gestione a sus propios equipos en la factoría.

Tienen sus oficinas en la entrada de las fábricas y funcionan a modo de empresa de trabajo temporal (ETT). En el textil indio, lo más habitual es que los operarios no estén contratados de manera directa por la factoría en la que trabajan sino a través de los contractorsSe trata de personas con los que la empresa negocia producciones y ellos se encargan de armar y gestionar sus equipos.

 

“Según la legislación europea, se trataría de una evidente cesión ilegal de trabajadores”, explica Víctor Garrido, secretario de acción sindical internacional de CCOO de Industria y coordinador de acuerdos marco internacionales, en su informe India 2017. Garrido explica que esta figura es característica de la industria textil en la India y que se da, en concreto, en las fábricas del norte del país.

 

Los contractors son personas que se encargan de la contratación del personal de las fábricas y que gestionan su relación laboral con las empresas y factorías de estos sectores. Según el experto, esta figura ejerce su actividad de manera parecida a una ETT europea y, por lo general, sus oficinas son la entrada de las propias fábricas a las que ceden trabajadores.

 

 

Los ‘contractors’ operan a modo de ETT para contratar el personal en fábrica

 

 

La relación entre el trabajador y la empresa, por tanto, no es directa, sino a través de estas personas. En muchos casos, sólo el personal de oficinas y cargos más técnicos tienen un contrato directo y permanente con la compañía.

 

Garrido subraya que “las personas contratadas bajo este sistema tienen evidentemente menos garantías que los trabajadores directamente contratados por las fábricas”. Los contratadoresnegocian con las empresas la producción, la cantidad de piezas que tienen que realizar y el tiempo de realización de cada una y les abonan directamente el presupuesto para realizarlo. Son los que gestionan los salarios, las jornadas y los incentivos.

 

El representante sindical explica que, en las entradas a las fábricas, se observan “grandes cantidades de personas” esperando a ser contratadas: “a ocasiones, nos comentan, contratan a familias enteras, en los barrios o a sus vecinos”. En muchos casos, el 90% de las plantillas de las fábricas de confección del país están contratadas mediante este sistema.

 

 

Esta figura es habitual sólo en la industria textil de la India y, en concreto, en la situada al norte del país

 

 

India es uno de los mayores hubs del sourcing low cost de prendas de vestir y calzado, mientras su Gobierno continúa subvencionando a la industria con el propósito de generar cientos de miles de puestos de trabajo.

 

En 2017, el Ejecutivo indio aprobó una partida presupuestaria de 60.000 millones de rupias (922 millones de dólares) para impulsar el sector textil, con un plan de incentivos fiscales y productivos, y una mayor flexibilidad en la normativa laboral. Esta inversión pública tiene una duración de tres años y tiene como objetivo crear más de diez millones de puestos de trabajo en este sector.

 

La industria textil y de la confección en India genera el 14% de su producción manufacturera. El sector es el segundo del país que más empleo crea con cerca de 51 millones de trabajadores directos y otros 68 millones indirectos.

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