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CÁMARA NACIONAL

DE LA INDUSTRIA TEXTIL

Cofece contra Economía

La instancia está colocando en la mesa del debate la pertinencia, de cara a la posibilidad de competencia, de las medidas de protección a la producción nacional contra prácticas desleales de comercio.

Estamos hablando de un abanico que involucra desde la posibilidad de salvaguardias hasta las cuotas compensatorias por prácticas de dumping o precio inferior al del mercado de origen.

Más aún, también se coloca en línea de revisión la justeza de la política arancelaria, es decir la imposición de impuestos de importación a mercancías de países con los que no se hayan pactado acuerdos de libre comercio.

El liberalismo, pues, elevado a su máxima expresión.

“Se debe poner especial atención —señala un documento, Política Comercial con Visión de Competencia— cuando un arancel impide, restringe o encarece las importaciones de productos que nuestros socios comerciales en el marco de un TLC no producen o no pueden abastecer en condiciones competitivas”.

“En estos casos, agrega el texto, resulta deseable no mantener niveles de protección elevados, sobre todo si se trata de bienes de consumo que representan una proporción significativa en el gasto de las familias mexicanas, o de un insumo relevante para los procesos productivos”.

Entre los productos que de acuerdo con la instancia resultan de gran impacto en el bienestar de los consumidores y están sujetos a aranceles se colocan arroz, frijol, carne de res congelada y pollo en piezas, lo que aún produciéndolos países con TLC la oferta a nivel mundial se concentra en naciones sin éstos.

El documento alude a las medidas de protección instrumentadas por las secretarías de Hacienda y Economía hace cinco años en favor de las industrias del calzado y el vestido, consistentes en incrementar los aranceles que se habían reducido en 2008, colocándose en escena, además, precios, estimados para el ingreso de calzado terminado y designando aduanas exclusivas para registrar el ingreso.

De acuerdo con la óptica de la Cofece, la combinación encareció las importaciones de precios sin TLC, eliminando opciones de consumo más favorables al consumidor.

La ruta alcanza también las salvaguardias que se han impuesto, vía aranceles extraordinarios, en protección de las empresas siderúrgicas asentadas en el país frente a una evidente practica de dumping o precio inferior al del mercado de origen, de acero chino.

El arancel de 15% a determinados productos se ha replicado en cuatro ocasiones por un periodo de seis meses.

La instancia antimonopólica se lamenta que entre 2015 y 16 las importaciones sujetas al gravamen se redujeron 23.5%, lo que restringe la oferta de un insumo que es primordial para múltiples actividades económicas.

Proteger, pues, a empresas nacionales resulta lesivo para la competencia y letal para los consumidores. A quién le importa si el desempleo se vuelve catarata. A quién le importa si las plantas productivas se convierten en importadoras.

A contracorriente, pues, de las nuevas políticas que le ponen coto a la globalización en favor del empleo y la planta productiva, se apunta a las puertas abiertas bajo el estandarte de la competencia.

¿Ha oído hablar del capitalismo salvaje?

Balance general. Ante la inutilidad de esperar el resultado de sus recursos de inconformidad frente a la sanción conjunta de mil 100 millones de pesos que le impuso la Comisión Federal de Competencia Económica por colusión para frenar el traspaso de cuentas a cuatro administradoras de fondos para el retiro y 11 de sus funcionarios, los afectados están buscando amparos.

El problema es que el primero de la tarde se le negó al director general de la Afore Profuturo, Arturo García Rodríguez.

La multa, en su caso, fue de 540 mil pesos.

La posibilidad de que la instancia modificara o anulara su resolución resulta misión imposible, dado que el procedimiento se sustentó en la delación de uno de los participantes en la práctica monopólica absoluta.

Carambola de OHL. Más allá de mostrar otra cara frente al grave deterioro de su imagen, la jugada de OHL México al colocar en escena un nuevo marco accionario vía una filial de su matriz y un fondo de fondos australiano, le representa una carambola de dos bandas.

Al deslistarse de la Bolsa Mexicana de Valores se libra de una nueva sanción que preparaba la Comisión Nacional Bancaria y de Valores por mantener en sus estados financieros ingresos inciertos en el marco de las garantías que le otorgó el gobierno del Estado de México en las concesiones para construir y explotar el Circuito Exterior Mexiquense y el Viaducto Bicentenario.

En paralelo, la salida la libra de la rendición de cuentas de cara a los inversionistas que le apostaron a su acción.

La firma operará como instancia privada.

Maniobra de Concanaco. Este martes, con prolongación al miércoles, se está convocando a una reunión del Consejo Directivo de la cúpula mercantil, en cuya segunda jornada se abre el acceso a los presidentes de Cámaras de Comercio del interior.

Lo curioso del caso es que a la primera reunión se ha invitado al presidente del Instituto Nacional del Emprendedor, Alejandro Delgado Anaya, además del director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Mikel Arriola y el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad.

La maniobra es evidente: buscar el espaldarazo, al menos verbal, de los funcionarios frente a las acusaciones de presuntamente hacer negocio con un crédito otorgado por el primer organismo para vender 15 mil tabletas electrónicas a microempresarios.

La denuncia, en la presunción de precios inflados, la ventila la Procuraduría General de la República.

Con Arriola en la reunión se pretende una suerte de aval frente a otra denuncia que habla de exorbitantes honorarios a presuntos asesores del presidente del organismo, Enrique Solana Sentíes, en su calidad de integrante del Consejo Técnico del IMSS.

Aeromar revuelto. Colocada en puerta la revisión contractual en materia del capítulo de pilotos de Aeromar, las posiciones se han polarizado. Mientras la empresa habla de un contrato colectivo que le impide competitividad, los trabajadores hablan de jornadas extenuantes.

De acuerdo con ello, se trabaja 15 horas con recesos de siete.

Sin embargo, la línea área señala que la posibilidad, viva para todas las empresas del ramo, se da solo en casos de contingencia, es decir no es práctica cotidiana, por tanto no se pone en peligro la seguridad de los pasajeros.

El jaloneo está a todo lo que da.

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