Se anunció y comenzó con bombo y platillo, se presentaron propuestas en 11 mesas de trabajo en una serie de videoconferencias realizadas entre el 27 y 29 de abril pasado, y al final, todo parece en pausa.
Hablamos de la intención del sector privado de cristalizar un gran Acuerdo Nacional para salvar a la economía, y por ende al empleo, pero aún no se conoce la ruta para hacer realidad tales propuestas.
Le platicábamos desde esas fechas que lucía cuesta arriba la tarea impulsada por el Consejo Coordinador Empresarial, que encabeza Carlos Salazar y la docena de sus organizaciones, quienes se han reunido con legisladores, gobernadores y han sumado a su causa a académicos y expertos.
Al final, no se ha logrado que el Gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador respalde ese plan, ni se sabe qué harán los organismos empresariales en caso de que esto no suceda.
Mientras tanto, los efectos causados por el confinamiento están pasando una factura muy cara: un millón de empleos perdidos, entre abril y mayo, y casi 10 mil patrones que se dieron de baja del Instituto Mexicano del Seguro Social, además de todos los sectores, industrias y servicios que están en el suelo.
Falta conocer si hay un Plan B o C, en caso de no contar con recursos públicos. Mientras tanto, la nueva normalidad anticipa una cruda realidad.